Existen ciertos momentos en los cuales miramos a nuestra casa y nos damos cuenta de que necesita un cambio: sentimos que se está poniendo vieja y, que si no hacemos algo, no será más el lugar que antes nos proporcionaba tranquilidad o ese gran confort. Estos indicios nos dan a entender que nuestra vivienda necesita de varias reformas; esto incluye una limpieza general, aislar las paredes y los techos, y por qué no, una mano de pintura. Sea cual fuere nuestra tarea el objetivo es el mismo, darle un aire nuevo a la casa.
Pintar
Si queremos hacer una adecuada reforma, debemos cambiarle el color a nuestra dependencia; aquí lo primero que debemos hacer es pintar, pero antes de empezar con este procedimiento, es decidir si contratamos un profesional o si es un trabajo que llevaremos a cabo nosotros mismos.
Si decimos ser albañiles por unos días nos ahorraremos hasta un 60%, de todas formas nadie dijo que será un trabajo sencillo, hay que disponer de mucho tiempo y emplear mucho esfuerzo físico. Una vez tomada la decisión debemos optar por el tipo de pintura que vamos a utilizar, y claro está, el color. Se recomienda optar por colores más claros de los que queremos, esto se debe a que las cartas de colores suelen ser más suaves de lo que realmente son, una vez elegido el tono, procederemos a pintar en este orden: techos, paredes cercos, marcos y finalmente los zócalos.
Para pintar las paredes y los techos lo más recomendable es utilizar pintura de tipo plástica, debido a que tiene un secado instantáneo y es lavable; no debemos dejar de lado los cálculos que deben hacerse a la hora de comprar la pintura. Lo que se estima es: 1 litro para 20 metros cuadrados, los marcos y las ventanas se pintarán con esmaltes sintéticos.
Refacciones
Las reformas de nuestro hogar también incluyen ciertas refacciones que pueden ayudarnos a disfrutarlo mucho más; nos referimos a los aislamientos que podremos colocar en techos, paredes y suelos. En el caso de las segundas, lo más aconsejable para un adecuado aislamiento es utilizar hormigón, ladrillos huecos o aislamiento vertido.
Este último es el más aconsejable ya que es fácil de instalar: se vierte el líquido por los espacios que existen entre las vigas del techo. El ladrillo hueco, en cambio, es muy eficaz en cuanto al grosor de la pared, ya que lo incrementa para evitar que las temperaturas extremas se filtren en la vivienda y a su vez nos aísla del ruido.
Las viviendas que quieran realizar reformas y posean paredes hechas en hormigón, tendrían que agregar perlita para obtener un buen aislante, esto se debe a que el hormigón es un material que absorbe mucho el calor. El estuco sintético es otro excelente material, es algo innovador ya que posee múltiples capas aislantes y se utiliza mucho para aislara la casa tanto del ruido como de las corrientes de aire. En el caso de querer aislar el suelo, más aconsejable es utilizar láminas flexibles de vidrio; luego de colocarlas, se deben reforzar los zócalos y juntas de puertas y ventanas, aquí es donde utilizaremos el doble acristalamiento.
Salón y dormitorios
Las reformas de la vivienda también incluyen la limpieza y la refacción de muebles; debemos retirar y lavar todos los elementos textiles que encontremos en las habitaciones: mantelerías, tapicerías, colchas, ropa de cama, alfombras, etc. También deberemos vaciar las mesas, estantes y armarios para arreglarlos, en caso de que lo necesiten, o para limpiarlos y darles una nueva cara. En caso de que nuestros muebles tengan daños menores se recomiendan utilizar elementos reparadores de madera o parqué, con ellos eliminaremos rayones y lo opaco del color. La limpieza de ventanas también forma parte de las reformas del hogar, limpiarlas puede llevarnos casi todo un día, por eso se recomienda utilizar un limpiador de ventanas de grandes dimensiones para acabar el trabajo más rápidamente; como también productos que no dejen vetas en los cristales.
