En tiempos donde la tecnología hegemoniza todos los ámbitos de nuestra vida, la robótica aparece como la ciencia con mayor potencial de desarrollo, innovando día a día para hacer más sencilla y precisas todas las actividades de las personas. Desde los orígenes los robots fueron pensados para alivianar las tareas de los seres humanos, o realizar aquellas que los hombres no podían hacer.
Hoy día la robótica utiliza todas las disciplinas científicas que le permita lograr avances significativos, desde la informática y la electrónica, hasta la mecánica y la ingeniería de control. En lo que refiere a las aplicaciones cotidianas de la robótica, podemos hacer mención de los brazos mecánicos que se utilizan por ejemplo en la industria automotriz, o el uso que se le da en la medicina dentro de las cirugías de alta complejidad que reclaman una gran precisión, o los robots diseñados para realizar exploraciones en otros planetas, o mismo electrodomésticos inteligentes que simplifican las tareas de limpieza del hogar. Ya sea para poder llevar a cabo tareas que implicarían mucha fuerza, o actividades que requieren una precisión que el ser humano no es capaz de aplicar, la robótica abre un múltiple abanico de oportunidades para el futuro desarrollo de la humanidad.