El labio leporino es una alteración congénita originada en las estructuras que forman la boca y el paladar. El resultado es una separación en el paladar y/o en el labio como resultado de la falta de fusión de las estructuras durante el desarrollo intra-uterino. Por otro lado se denomina paladar hendido a una hendidura o falla en e paladar superior y puede presentarse en forma simultánea con el labio leporino. Aunque es bastante raro, estos defectos pueden presentarse en forma unilateral.
Incidencia de presentación y causas del labio leporino
Afecta aproximadamente a 1,25/1000 nacidos vivos o lo que es igual se presenta en 1 caso de cada 750 recién nacidos. Dentro los afectados un ¼ presenta labio leporino, ¼ presenta paladar hendido y ½ ambas patologías. La boca y el paladar del feto de forman por separado y a medida que van creciendo se unen por la línea media, si por alguna causa genética (afecta a varios miembros de una misma familia) o por otras causas (uso de ciertos fármacos, drogas, químicos, déficit vitamínico, etc.) se produce una interferencia en este proceso de fusión, la consecuencia es que ambas mitades no logran unirse produciéndose así el labio leporino.
Tratamiento del labio leporino y el paladar hendido
Si bien puede quedar alguna cicatriz en el rostro (cada vez son menos notorias debido a los avances en el campo de la cirugía plástica) se puede tener total certeza que un niño que ha nacido con labio leporino lograra realizar una vida plena, hablar con total naturalidad y adecuarse a la sociedad moderna.
Los tratamientos del labio leporino se basan en el diagnostico precoz (especialmente en los casos que no son evidentes a simple vista o en lo paladares hendidos de pequeña magnitud) e incluyen:
Cirugía: Cada vez con más frecuencia se intenta solucionar este problema a una edad precoz. Por lo general, los niños afectados con labio leporino, se operan antes de los 3 meses de edad y con esto se logra mejorar tanto la cicatriz como así también ciertas funciones realizadas por el paladar (succión, alimentación y respiración)
Controles pediátricos: En relación a los posibles problemas de alimentación, como se describió anteriormente, realizando un seguimiento detallado por parte de un profesional especialista en otorrinolaringología debido a que estos niños suelen tener infecciones del oído con relativa frecuencia.
Fonoaudiología: El paladar es una pieza de importancia para la fonación y el habla. Todo niño que padece o padeció un labio leporino (aun después de la cirugía reparadora) debe tener un seguimiento por especialistas en fonoaudiología.
Odontología: Se debe realizar una consulta en forma precoz para determinar las características de los maxilares, las posiciones de los dientes y las particularidades de la mordida.
Psicología: El apoyo psicológico suele ser de gran ayuda para poder insertarse correctamente en la sociedad y vivir mejor.