El tatuaje posee una única definición: es un dibujo de tipo indeleble que se ubica en la epidermis.
Esta sentencia es la misma que utiliza la Real Academia Española (no textualmente) para definir la palabra tatuaje. Son dibujos de cualquier tipo, los cuales se realizan en diversas áreas de nuestro cuerpo.
Como no existe una regla sobre cómo y dónde debe hacerse un tatuaje, decimos cualquier tipo de dibujo, además hay que mencionar que los tatuaje son subjetivos, y esto es lo que hace que no exista regla alguna sobre ellos. Estos dibujos “inyectados” en la piel dependerán siempre del gusto de cada uno de nosotros; y no hablamos sólo de su forma, sino también sus colores, tamaño y la zona en la cuál será ubicado; la mayoría de los tatuajes, suelen ser de color oscuro, debido a que resaltan de mejor forma en aquellas pieles un tanto oscuras y principalmente en las de color muy blanco.
Los «tattos«
La realización de un tatuaje se logra rompiendo la epidermis mediante el uso de un objeto punzante, lo que conocemos como aguja, la cual en su punta lleva tinta de tipo insoluble. A medida que vamos rompiendo la piel, más específicamente la epidermis, que es la primera capa de piel que nuestro cuerpo posee, vamos dejando plasmado el dibujo de forma indisoluble; es por esto que debemos entender que los tatuajes son dibujos permanentes y los métodos que se utilizan para su remoción son bastante complejos.
Actualmente contamos con varios procedimientos quirúrgicos que tienen como objetivo eliminar el tatuaje de nuestra piel por medio de un láser, pero al hacerlo nos queda una cicatriz vistosa en el lugar en donde antes se situaba el tatuaje, lo que terminamos haciendo es cambiar una cicatriz por otra. Justamente porque el proceso de remoción de estos dibujos es muy complicado hay que pensar dos veces, al menos, antes de plasmar uno en nuestra piel, una vez hecho ya no hay marcha atrás.
Otro aspecto fundamental que tenemos que considerar a la hora de hacernos un tatuaje es el lugar, o taller de tatuaje en dónde será realizado, tenemos que tener mucha conciencia con respecto a los lugares que trabajen con elementos cortantes y sangre; no podemos ir a cualquier parte. Lo que se recomienda en estos casos es asistir a un local que posea el permiso sanitario para efectuar los procedimientos de tatuaje; permisos que son entregados por ayuntamientos, municipalidades u organismos de salud pública de cada región.
Galería de tatuajes
Cuando antes mencionábamos la palabra conciencia lo hacíamos porque justamente hay que pensar que los tatuajes, al ser realizados con agujas, pueden llegar a transmitir distintas clases de enfermedades como la hepatitis A o B, al igual que el tan temido virus, HIV.
Estos ejemplos ocurre en contadas ocasiones debido a que la mayor parte de talleres de tatuajes cumplen rigurosamente con todas las reglas sanitarias existentes, por ende estos lugares cuentan con los implementos de esterilización necesarios y el manejo de los mismos instrumentos es prolijo.
Los riesgos menores que podemos correr cando nos hacemos un tatuaje se relaciona mucho con las infecciones, éstas pueden ser leves o severas, en el último de los casos, ocurre cuando no tenemos el cuidado necesario al momento de la realización del dibujo o de su posterior cuidado.
Lo que no podemos ignorar y tenemos que pedirle siempre al tatuador es el uso de guantes de látex; estos guantes debe ser usados sólo una vez, por cada tatuaje realizado ya que son descartables. Debemos ser tan cuidadosos con el uso de los instrumentos como con la higiene de quien realice el tatuaje, si observamos alguna anomalía sobre el tatuador como algún corte o herida, debemos pedirle que se la cubra.
Para evitar todos es tos riesgo se ha puesto de moda los tatuajes de henna, éstos evitan los problemas que pueden llegar a ocasionar los tatuajes convencionales, los tatuajes de henna se hacen a través de colorantes naturales, que se sitúan en la piel demarcando el dibujo elegido, sin tener que dañar la capa de la dermis de la piel.
Por todo esto se puede afirmar que no se corre ningún riesgo de contraer infección alguna ni enfermedades ya que aquí la sangre queda al margen; del mismo modo tenemos que señalar que estos tatuajes duran unas pocas semanas y así se pueden ir cambiando los motivos de forma constante; si nos aburrimos lo único que debemos hacer es tomar una gasa con alcohol y borrarlo.
El tatuaje es considerado un arte hermoso, los hay de todas clases: maoríes, egipcios, góticos, celtas, religiosos, etc.; pero aunque los motivos sean diferentes su realización es la misma, es por esto que recomendamos ser muy cuidadosos cuando elegimos el taller para plasmar nuestro dibujo, el mismo tiene que contar con todas las normas básicas de higiene.