Se trata del animal más grande que existe, con un tamaño que va desde los 6-7 metros y cerca de 3 metros de altura. Pesa aproximadamente 3500 kg., aunque las hembras resultan un poco más pequeñas que los machos. Poseen una gruesa capa de piel color grisáceo, con algunas cerdas y pelos poco desarrollados, siendo sólo largos en la punta de la cola.
Disponen de dos “colmillos”, que son los incisivos, en la mandíbula superior. Estos colmillos crecen a lo largo de toda la vida; por ello, los animales más viejos los tienen más largos; son empleados para defenderse. Son animales muy sociables y extraordinariamente inteligentes; se cree que son los únicos animales, después del hombre, que toman conciencia de la muerte, ya que respetan y realizan una suerte de ceremonia con los cadáveres de sus pares.
Diferencias entre las dos clases de elefantes
Existen dos tipos de elefantes: el africano y el asiático, con diferencias anatómicas bien visibles entre ambos.
El elefante africano tiene una cabeza de mayor tamaño, orejas más grandes, una trompa musculosa que termina en dos labios. Los incisivos son más largos. En las patas posteriores presentan 3 dedos y en las anteriores 5 dedos.
El elefante asiático tiene la cabeza con la frente más abombada y en el centro superior presentan una hendidura, el lomo es más arqueado, su trompa es más lisa terminando en un solo labio. Las patas posteriores terminan en 4 dedos en lugar de 3 y las anteriores terminan en 5.
La imagen característica del elefante
La trompa es el órgano más llamativo. Es extraordinariamente compleja, cumpliendo importantes funciones: la usan a modo de “mano” para sujetar objetos (comida, agua, etc.) y así llevárselos a la boca. La usan para refrescarse con agua; para comunicarse con sus pares mediante la gesticulación. Obviamente es el órgano olfativo, sentido que tienen altamente desarrollado, aún más que el perro.
Además del olfato, otro órgano sumamente desarrollado es el oído; son capaces de comunicarse a través de grandes distancias emitiendo sonidos de baja frecuencia que no son captados por el ser humano.
Con el sentido del tacto, los elefantes captan información del suelo por las vibraciones emitidas, ya sea por otros elefantes, como así también las producidas por el curso del agua (tal vez a gran distancia) y las propias de los terremotos.
Los elefantes son herbívoros, variando la dieta según el lugar donde habiten. Normalmente se los llama derrochadores, ya que incorporan más alimento del que pueden digerir (aproximadamente 220 kg de vegetales).
Viven en matriarcados, manadas compuestas por hembras emparentadas, sus crías, tal vez acompañadas de algún macho adulto, lideradas por la hembra de mayor edad que es la que recibe el nombre de matriarca.
En cambio, los elefantes machos adultos son solitarios, en realidad, nunca se alejan demasiado de sus familias y las reconocen fácilmente cuando las vuelven a encontrar.
Para que estos animales se apareen, las hembras emiten sonidos que atraen a los machos; éstos son capaces de enfrentarse entre sí para ver quien gana (generalmente se cumple la regla de Darwin: gana el más fuerte).
La gestación dura aproximadamente 21-22 meses y dan lugar a una sola cría, que pesará cerca de los 100 kg. Son mamíferos, ya a los 6 meses incorporan alimentos sólidos.
Dado su tamaño, el elefante carece de depredadores. Sólo las crías pueden ser atacadas por leones, leopardos, cocodrilos y hienas.
Pero debe tenerse en cuenta que el principal enemigo del elefante es el hombre, ya que sus colmillos y su carne (en menor medida) son muy apreciados. Los primeros mercados de marfil (colmillos) estuvieron en Europa, el norte de América, Japón, Hong Kong, Singapur e India. Actualmente sólo es legal la venta en Japón.