
Desafortunadamente los ataques terroristas han marcado gran parte de la historia de la humanidad; pero sin duda el más significativo fue el que ocurrió aquel 11 de Septiembre de 2001, el atentado a las Torres Gemelas. Decimos que es el más significativo no sólo porque se derrumbó aquél mediodía un símbolo del capitalismo norteamericano, sino también miles de vidas se apagaron en un instante. Muchas personas concordaban en que cuando miraban los sucesos que acontecían en los noticieros parecían estar presenciando una película de terror o de ciencia ficción; nadie jamás se hubiese imaginado que un reducido grupo de fanáticos musulmanes podían llegar a tomar el control de diversas líneas aéreas al mismo tiempo con el fin de llevar a cabo su plan macabro.
Los sucesos relacionados al atentado
El 11 de Septiembre suponía ser un día tranquilo no sólo ara los americanos sino para el mundo entero, pero bastaron unos pocos segundos para que la “eficiente” seguridad norteamericana se desplomara.
Cinco aviones de compañías norteamericanas habían sido secuestrados con el fin de perpetuar un acto siniestro, el primero de todos ellos, el más simbólico, tenía como objetivo a las Torres Gemelas; los enviados de Ben Laden querían derribarlas y lo lograron sin despeinarse. El siguiente objetivo, el cual no pudrieron cumplir, era el Pentágono de dicha nación, el avión cayó sobre éste sin ocasionar lesiones preocupantes; el resto de los aviones se estrellaron en campos aledaños dejando centenares de muertos. Se podía observar claramente como una de las Torres Gemelas era atravesada por uno de los aviones comerciales dejándola indefensa; luego, al cabo de pocos minutos, otro avión terminó el trabajo y le puso fin al símbolo que representa a los Estados Unidos y al capitalismo entero, junto a las vidas que se encontraban allí.
Como podemos imaginar, aquél 11 de Septiembre el mundo tuvo más muertos de los que pudo llorar; norteamericanos, turistas, extranjeros, muchos de ellos dejaron su vida en este siniestro acto de kamikazes fanáticos. Los responsables de las tareas de rescate trasladaron equipos pesados a la zona de la tragedia para levantar los escombros a los que quedaron reducidas las Torres Gemelas; también se sumaron tanto profesionales como amateurs para realizar las labores de rescate y búsqueda de supervivientes. Paradójicamente, semanas antes del atentado, el alcalde de New York había resaltado que ésta era una ciudad segura debido a que los policías habían aumentado los efectivos en los lugares estratégicos para así garantizar la seguridad durante las noches y evitar las grandes olas de robo.
Tan grande fue la matanza que no alcanzaron los 170 hospitales de New York para atender a los miles de heridos de gravedad; fue casi imposible conocer durante el transcurso del mismo día la cantidad de muertos y heridos, para facilitar el trabajo de identificación las autoridades de esta ciudad pidió a los sobrevivientes sus datos en la dirección NY.com para que aquellos familiares y amigos puedan contactarlos.

Seguridad y paranoia
El 11 de Septiembre no solo se produjo el atentado hacia las Torres Gemelas, sino también un ataque al sistema supuestamente más invulnerable de la tierra; ahora todos los habitantes de este mundo nos preguntamos hasta qué un punto un lugar es completamente seguro.
El ejército de Estados Unidos se vio obligado aquél día, y las semanas siguientes, a clausurar los aeropuertos cancelando los vuelos comerciales y los que estaban previstos llegar al país siendo derivados a Canadá. Fue la primera vez en la historia que el ejército de Estados Unidos realizó una acción semejante; estas medidas también infundieron inmediatamente la paranoia entre la los nativos de América del Norte. No es para menos, luego de ocurrido el ataque, su responsable, el líder de Al-qaeda, Ben Laden manifestó su felicidad y advirtió a los pobladores estadounidenses que éste era sólo el comienzo y que vendrían muchos más “11 de Septiembres” y “Torres Gemelas derribadas” en un futuro. Por supuesto estos sucesos desencadenaron en lo que hoy conocemos como la Guerra de Irak; conflicto bélico que parece no tener fin.